Oh, luz
Oh Luz, que mis ojos sean tu reflejo para que
al mirarme te mire.
Que mis manos sean tu reflejo para que al
tocar algo te de a ti.
Que mi boca sea tu reflejo para que todo
cuanto salga de ella sea para llevar la armonía al
corazón de los hombres y la comprensión
a las cosas de los hombres.
Que mis fuerzas sean tu reflejo para que esas
fuerzas sean utilizadas en ampliar las de aquellos
que tienen menos fuerzas y así ayudarles a que se
ayuden en su búsqueda de ti.
Que mi voluntad sea tu reflejo; porque si
quiero puedo, y ese querer es tu reflejo.
Queriéndolo estoy iluminándolo todo de ti, llenándolo
todo de ti y haciéndolo todo "Tu Misma".
Que mi andar sea tu reflejo porque
así andando voy abriendo un camino hacia ti y andando
te hago a ti en cada paso del camino.
Cayetano Arroyo "Oraciones hacia el interior de fuera".
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