¿Quien es el Bello
el que toda la noche permanece en vela
enseñando a Venus y a la Luna
los trucos de amor?
¿Quien es Ese cuya mirada encantadora
los dos ojos del cielo sella?
Buscadores, ¡es vuestro propio corazón!
Día y noche,
tan prendado estoy de El,
que de mí nadie prendarse puede.
De Su amor nací al principio
y al final mi corazón le di.
El fruto que de la rama cae,
a ella debió antes agarrarse.
Buscando la luz puede un hombre
de su propia luz huir.
¿Acaso podrá así encontrar
un lugar donde descansar?
La punta de Su rizo invita:
"Camina por esta cuerda floja."
La llama de su vela insta:
"Oh, polilla, ven a mi."
Ve tranquilo, corazón mio,
baila dulcemente en esa cuerda;
en cuanto oigas Su llamada,
lánzate a la llama de su vela.
Cuando conociste el embeleso de esa quema
no pudiste pasar sin su calor un solo instante.
Aun cuando el agua de la vida a cántaros cayese
no podría sacarte con su cebo de las llamas.
Rumi
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